Buenos días Mariola.
Lo importante en la construcción de la autoestima es que tengan una imagen ajustada de sí mismos que va a depender de su personalidad (determinada por su genética) y del medio en el que se desarrollan.
Como familia debemos darles la oportunidad de conocer sus fortalezas y debilidades y demostrarles nuestro apoyo incondicional dentro de un ambiente seguro.
Los niños, para ser emocionalmente sanos, deben conocer las normas y los límites porque les ayudan a crecer.
La autoconfianza y la seguridad van de la mano de la autonomía y en muchos casos las familias no les permitimos asumir responsabilidades acordes a su edad, y eso crea niños inseguros y dependientes de los adultos.
Resulta necesario que asuman responsabilidades tales como vestirse, llevar su mochila, poner la mesa, regar las plantas, cuidar la mascota y valorar sus acciones.
En muchas ocasiones las familias sólo sancionan los errores o elogian los aciertos y ambos extremos corren riesgos. Debemos elogiar la adquisición de habilidades y aprovechar los errores como oportunidad de mejora.
Además, cada año en el colegio irán incorporando estrategias de aprendizaje social y emocional que les ayudarán a integrar habilidades sociales y les dotará de herramientas que contribuirán a su felicidad.

Muchas gracias por la pregunta Marián, es un tema que suele preocupar de forma recurrente a las familias de los alumnos de nueva incorporación.
En los colegios SEK, llevamos más de una década contemplando la Inteligencia emocional en el currículum de nuestras aulas. Por eso numerosos profesores SEK son especialistas en Inteligencia emocional y Comunicación no verbal en el aula. En cada reunión con familias o en las tutorías, mencionamos la importancia del aprendizaje social y emocional, os acercamos la Inteligencia Intrapersonal e Interpersonal según Howard Gardner y os hablamos de algunos de los programas de Inteligencia Emocional, así como las acciones del plan tutorial.
Por ejemplo, el programa “Sentir y pensar” les descubre los sentimientos a través de los personajes de los cuentos y les ayuda a resolver conflictos.
Mediante el plan de acción tutorial, familia y tutor valorarán los aspectos académicos y personales del alumno con el fin de que obtenga los mejores resultados y disfrute al máximo de la experiencia.
Durante el mes de septiembre, el equipo educativo lleva a cabo el plan de acogida en el que se crea un clima de confianza y seguridad que le proporciona al alumno estabilidad emocional. Además, se realiza una evaluación inicial que nos permite diseñar las estrategias educativas adecuadas para cada uno de nuestros alumnos.
La comunicación familia-colegio es fundamental y herramientas como la agenda digital se convierten en elementos fundamentales para intercambiar información.

Estimada Susana, es muy doloroso para una familia dejar a su hijo llorando en la Escuela Infantil y entiendo su preocupación, espero ayudarla con mis consejos.
En la adaptación no existe una fórmula mágica que garantice que un niño se adapte pronto y bien. Entran en juego muchos factores que deben ser tenidos en cuenta.
Es normal que durante la adaptación aparezcan alteraciones emocionales, de la alimentación o el sueño, pero van desapareciendo a medida que se produce el ajuste emocional y se habitúan a nuevas personas, entornos, sabores…
Desconozco la edad de su hijo, pero antes de alarmarse debería analizar si hay alguna situación nueva en el ambiente familiar, si está siguiendo las indicaciones de las educadoras, si a las educadoras les preocupa la situación, si le están saliendo los dientes…
Le recomiendo que si su hijo camina lo lleve de la mano, si no camina le lleve “en balcón” mirando al frente y se despida brevemente y con una sonrisa confiando plenamente en la Escuela que ha elegido.
En muchas ocasiones los niños se muestran bien en la Escuela y se deshacen en llantos cuando ven a sus padres en la puerta o simplemente cuando anticipan su llegada.

En mi caso, como directora de una Escuela Infantil establezco estos criterios para la incorporación al centro:
• Entrevista inicial en la que la familia nos aporta todos los datos relevantes sobre alimentación, sueño, manera en la que le consuelan, juguetes favoritos, elementos de apego… y aportar una foto familiar.
• Jornada de bienvenida en la que los alumnos disfrutan de actividades en la Escuela en compañía de su familia y conocen al equipo educativo y a sus amigos. Así los alumnos empiezan a crear lazos entre Escuela y familia.
• Al día siguiente, se incorporan dos horas a la Escuela siguiendo las pautas y recomendaciones realizadas a las familias y se van a su casa. Y así cuatro días más.
• La siguiente semana, se quedan tres horas y comen en la Escuela.
• A la tercera semana empiezan con jornada completa.
Durante esos días se mantiene informada a la familia a través de la agenda digital que nos permite también enviar fotografías.
De todos modos, no todas las familias pueden disponer de dos semanas y utilizamos otros recursos.
Recuerde que lo más importante es la comunicación fluida entre Escuela y familia.
Espero haberle ayudado.

Lucía, esta pregunta me permite abordar la parte esencial de cualquier programa de inteligencia emocional, porque el fin de todos ellos es conseguir la felicidad.
Cuando a un padre se le pregunta qué busca cuando trae a su hijo al colegio o a la escuela infantil, el 90% contesta que quieren que sea feliz. Es sin duda la asignatura más difícil de cualquier centro.
Debemos esforzarnos en que la escolaridad sea un camino en el que el alumno disfrute, descubra y se equivoque para hacer de la Escuela el escenario en el que aprenda lo que necesita para la vida. Para ello deberá ensayar, equivocarse, acertar y adquirirá habilidades y actitudes que le permitan que su felicidad sólo dependa de él.
Adultos y niños buscamos permanentemente la felicidad sin a veces darnos cuenta de que se encuentra en los pequeños detalles y debemos construirla día a día.

Cuando los niños son pequeños, el llanto suele ser la forma más eficaz para reclamar la atención de un adulto y, en ocasiones, tratar de negociar en esas circunstancias no conduce a nada, simplemente a que el niño aumente sus llantos y la familia se tense más.
Suele ser recomendable decirles que entendemos su enfado y su disgusto, pero traten de distraerlo y retomar la conversación cuando esté más calmado.
En cuanto a las tareas, deben seguir rutinas y establecer horarios para cada una de las acciones.
Con niños a partir de tres años, les recomiendo que hagan un reloj de pared con franjas horarias coloreadas y con imágenes que le indiquen lo que debe hacer en cada momento.
De esta manera el niño interpretará que no es una orden del adulto sino que es la hora marcada por el reloj.
Muchas gracias por su pregunta.

Estimado Sergio, esta pregunta asalta la mente de muchos padres que desconocen que los niños necesitan normas y rutinas que les permiten anticipar las consecuencias de sus actos.
Entiendo por disciplina, indicarles lo que deben y no deben hacer y ofrecerles un modelo positivo que les permita buscar su ajuste emocional.
En definitiva, nuestros hijos no van a ser más felices si obtienen siempre un sí por respuesta. El no, ayuda a crecer.
Si nuestros hijos nos ven fuertes y seguros ante las decisiones, ellos también lo estarán y es fundamental para su desarrollo.
Cuando reciben un no por respuesta, debe ser justificado con una frase breve y concisa y no cambiar de idea cuando ellos insisten,  porque habrán ganado terreno, un terreno que no les aporta seguridad ni felicidad.

En mi opinión, nunca debemos obligar a un niño a leer. Nuestros hijos deben ver que leemos, somos su ejemplo, aunque ellos estén haciendo otra cosa y en algún momento descubrirán un libro que capte su atención.
Puede solicitar ayuda a su tutora, que seguro le recomendará libros en función de la edad del niño.
Lo importante es despertar el gusto por la lectura y es difícil hacerlo si les obligamos.
Recomiendo exponerle a los libros, visitar una biblioteca, dramatizar cuentos…
Muchas gracias por la pregunta.

Alba, la mejor manera es que la familia siga el modelo educativo similar al del colegio y que colegio y familia estén permanentemente en contacto bien a través de la agenda, del correo…
Las reuniones de comienzo de curso son vitales para establecer acuerdos conjuntos.
Muchas gracias.

En los colegios SEK, desde hace años, hemos apostado por la inteligencia emocional, y cada año llevamos a cabo propuestas de relajación, control de respiración y les dotamos de estrategias que conduzcan a su bienestar y gestión de conflictos. Además, el yoga para niños repercute positivamente en los aprendizajes, por eso los libros de Eline Snel y su identificación con los animales son un recurso estupendo para los más pequeños, las familias y los profesores.
Me alegra saber que hay personas que apuestan por el estrecho vínculo que existe entre la concentración, la relajación y el bienestar de los niños.

Buenos días Celia,  en determinadas ocasiones poner a un hermano mayor como ejemplo puede ser beneficioso, sobre todo cuando hablamos de rutinas diarias en las que ambos pueden participar: hacer la cama, vestirse, ayudar a poner la mesa, etc. Son conductas que nos interesa que aprendan, y si encontramos un buen ejemplo en el hermano mayor, podemos pedirle colaboración a la hora de enseñar al más pequeño. 
Además,  el hermano mayor también se verá reforzado al servir de modelo. Sin embargo, cuando hablamos de comportamientos, rabietas o respuestas negativas ante algo que les estamos pidiendo, no suele ser bueno decir "pórtate bien, mira a tu hermano mayor" o viceversa; esto solo generará la adquisición de un rol negativo "yo soy el que me porto mal" y a la vez celos y rabia ante su hermano "él siempre es el que se porta bien".

Estimada Amaia, quizás lo más importante no sea el nombre que le demos a estas etapas, sino lo que las define, y evidentemente ambas coinciden con el desarrollo de la personalidad y de la búsqueda de límites.
No estoy tan de acuerdo en quién debe ganar la batalla, porque familia e hijo siempre deberían luchar desde el mismo lado.
Desde mi punto de vista, se trata de escucharlos y mostrarles nuestro apoyo incondicional, pero siendo firmes y estableciendo límites.
La felicidad va a depender del concepto que nosotros tengamos de ella y de lo que hagamos a diario para construirla. Un sí a todo no da la felicidad.

Hola Jorge, efectivamente existen muchas opiniones diferentes sobre el tema, pero al fin y al cabo todas se resumen en una respuesta: "Todo depende del tiempo y del objetivo del uso que se le dé a dichos dispositivos". Desde nuestra experiencia, en todos los colegios SEK, trabajamos con Pizarras Digitales y iPad desde las edades más tempranas, pero siempre con un uso didáctico y tiempos controlados. Todos sabemos que nuestros hijos ya son nativos digitales y que el uso de estos dispositivos está a la orden del día, lo que debemos es buscar el fin educativo a dichos dispositivos, simplemente como una herramienta más en el aula con la que disfruten aprendiendo. Por ejemplo: para un niño que todavía no sabe escribir, hacerlo en el iPad le permite borrar y no dejar huella, por lo que despertamos el gusto por la escritura.
Ademas las ICTs nos permiten conectar proyectos con otros colegios en diferentes puntos del planeta.

Elena, esa pregunta es de las que suelen realizar la mayoría de las familias cuando llega el mes de junio y, en mi opinión, los niños pequeños deben disfrutar del verano. La época estival les permite realizar actividades que durante el curso no pueden, y pasar tiempo en familia. Deben aprovechar ese tiempo juntos para programar actividades, porque la desorganización y la falta de previsión hacen que el verano se convierta en una pesadilla para los padres.
Es importante respetar algunas rutinas tanto de sueño, higiene o alimentación, aunque esto no significa que tengamos que hacerlo en los mismos horarios de invierno.
Pueden aprovechar para que sus hijos incrementen la autonomía: vestirse, hacer la cama, colaborar con la familia, salir a la compra…
Además, la parte educativa se verá compensada con paseos de aprendizaje por el bosque, visitas a museos, juegos en la playa y, por supuesto, seguir con la práctica de algún deporte.

Muchas gracias por vuestras preguntas. Deseo que cada uno de vuestros hijos o alumnos construyan su felicidad y se conviertan en personas emocionalmente inteligentes.